2. Minerales - Definición

2.1. Estructura Atómica y Forma Cristalina

La estructura o disposición atómica ordenada, indica la existencia estructural de un entramado de átomos (o iones) ordenados según un modelo geométrico regular. Este es el criterio necesario para considerar un sólido cristalino, por lo tanto los minerales son cristalinos. Esta estructura atómica se manifiesta por sus propiedades físicas y especialmente en su forma cristalina exterior. La estructura interna definida es la característica esencial de un cristal y la forma externa es solo una de las maneras en que se manifiesta esta estructura. En la figura 2 se puede observar un ejemplo del empaquetamiento interno que adoptan los iones del mineral halita.


Cada muestra del mismo mineral tiene la misma estructura interna, algunos elementos son capaces de reunirse en más de una forma. Por tanto, dos minerales con propiedades totalmente diferentes pueden tener exactamente la misma composición química. Minerales de este tipo se dice que son polimorfos (poli=muchos; morfo=forma). El grafito y el diamante son ejemplos particularmente buenos de polimorfismo porque consisten exclusivamente en carbono y, sin embargo, tienen propiedades drásticamente diferentes. El grafito es un material gris y blando del cual se fabrica la mina de los lapiceros, mientras que el diamante es el mineral más duro conocido.

En cuanto a la forma cristalina (condición de mineral), un cristal es una forma poliédrica regular, limitada por caras lisas, que adquiere un compuesto químico bajo la influencia de sus fuerzas interatómicas. Este proceso, llamado cristalización, ocurre cuando el compuesto químico pasa, en condiciones apropiadas, del estado líquido o gaseoso al sólido. Una sustancia cristalina puede presentarse en diferentes estados:

  • Cristal euédrico: si se desarrolla con todas sus superficies planas correctas.
  • Cristal subédrico: si las circunstancias sólo han permitido la formación de una parte del cristal.
  • Cristal anédrico: si no presenta caras.

Los sólidos, por ejemplo el vidrio, que carecen de una disposición atómica ordenada reciben el nombre de amorfos. Existen varios solidos naturales amorfos, algunos ejemplos son: vidrio volcánico (formador de obsidiana y pumita); ópalo, ónix y ágata (formas amorfas de sílice); carbón (restos orgánicos sólidos). El petróleo y el carbón no son considerados minerales, ya que aunque se forman por procesos naturales, no tienen una composición química definida ni estructura atómica ordenada.