4. Rocas Metamórficas

4.3. Tipos de texturas

Del mismo modo que se empleara el término textura en las rocas ígneas, se empleará también en rocas metamórficas. Las rocas metamórficas presentan texturas típicas de este tipo de rocas.

  • Texturas foliadas: se denomina foliación o esquistosidad a las estructuras de las rocas de origen metamórfico por las cuales estas pueden ser fragmentadas según superficies aproximadamente paralelas. Presentan un comportamiento anisótropo. La fuerte presión que actúa sobre la roca original, produce una compactación de esta y, forma capas y hojas dispuestas en bandas más o menos paralelas en los minerales. Esta disposición de minerales que no son equidimensionales consiste de orientación: (a) paralela, (b) en lentes o (c) en bandas de cristales minerales con hábito prismático o planar. Existen varios tipos de foliación, dependiendo del grado de metamorfismo y de la mineralogía de la roca original.

    • Textura pizarrosa: presenta muy buena foliación. Los planos de separación son lisos y ásperos, no distinguiéndose minerales a simple vista.

    • Textura esquistosa: su separación en planos es buena, pero estos presentan superficies más rugosas. La recristalización es más avanzada por lo cual los minerales son reconocibles a simple vista.

    • Textura gnéisica: es una textura bandeada, en la cual se alternan capas delgadas de minerales máficos y félsicos (bandas de minerales claros y oscuros).
  • Texturas no foliadas: la roca posee comportamientos iguales en todas las direcciones, es decir presentan un comportamiento isótropo. Se desarrollan en general en ambientes donde la deformación es mínima y la roca original está compuesta por minerales de cristales equidimensionales, como el cuarzo o la calcita. La más común de estas texturas se denomina Granoblástica y se caracteriza por presentar cristales generalmente equidimensionales, bien trabados entre sí.