Mapas Estructurales e Isopáquicos
1. Introducción
Los mapas del subsuelo constituyen la pieza de información más utilizada para explorar recursos hidrocarburíferos aun no descubiertos y para desarrollar reservas probadas de petróleo. Sin embargo, el mapeo subsuperficial es uno de los problemas de interpretación menos discutidos en la literatura específica.
Durante el desarrollo de un yacimiento se produce gran cantidad de información proveniente de pozos, sísmica y datos de producción. Esos datos permiten ir mejorando el conocimiento del subsuelo en la medida en que pasa el tiempo. Pero incluso en las etapas iniciales es necesario contar con interpretaciones confiables del subsuelo, y estos mapas son requeridos a lo largo de todo el desarrollo de las actividades de exploración y desarollo.
En resumen, el desarrollo de un yacimiento de petróleo y gas comienza con una buena comprensión del subsuelo. Como parte de sus tareas, los geólogos y geofísicos petrolesros interpretan el subsuelo y aportan modelos geológicos que resultan ser la base sobre la cual se planifican las operaciones. La construcción de mapas y cortes que integren datos de sísmica y pozos es una parte importante de esta evaluación.
Ciertas propiedades del reservorio deben ser mapeadas para poder desarrollar los yacimientos de modo óptimo. Los mapas del subsuelo permiten decidir dónde ubicar pozos y son la base sobre la que los ingenieros calculan reservas y monitorean las tendencias en la performance del reservorio.
En base a esto, existen diferentes tipos de mapas del subsuelo. Entre ellos podemos citar:
- Mapas Estructurales - Cortes estructurales.
- Mapas Isopáquicos.
- Mapas Isocóricos.
- Mapas de facies.
- Mapas paleogeográficos
- Mapas de propiedades: iso porosidad, iso volumen, iso concentración, etc.