4. Propiedades del grupo: roles, normas, estatus, tamaño y cohesión

4.2. Normas

¿Se ha dado cuenta que los jugadores de golf no hablan mientras sus compañeros se preparan en la cancha o que los empleados no critican a sus jefes en público?

¿Por qué? La respuesta es: las normas.

Todos los grupos han establecido normas que son los estándares aceptables de comportamiento que comparten los miembros del grupo. Las normas les dicen lo que en ciertas circunstancias deben esperar y lo que no. Desde el punto de vista de un individuo, le comunican lo que se espera de él en situaciones dadas. Cuando son por acuerdo y aceptadas por el grupo, las normas actúan como un medio para influir en el comportamiento de sus miembros con un mínimo de controles externos. Las normas difieren entre los grupos, comunidades y sociedades, pero todos las tienen.

Es probable que la más común sea la norma de desempeño. No es raro que los grupos de trabajo den a sus miembros claves específicas de la intensidad con que hay que trabajar, cómo hacer el trabajo, qué nivel de producción lograr, el nivel de tardanza apropiado, etc. Estas normas son poderosas en extremo y afectan el desempeño de los empleados individuales: son capaces de modificar de manera significativa un pronóstico de rendimiento que se basara tan sólo en la aptitud del trabajador y su nivel de motivación. 

Aunque es verosímil que sean las más importantes, las normas de desempeño no son las únicas. 

Otros tipos incluyen las normas de presentación (por ejemplo, vestimenta y reglas no explícitas acerca de cuando parecer ocupado), normas de acuerdo social (por ejemplo, con cuales miembros del grupo almorzar o hacer amigos en el trabajo o fuera de éste), y normas de asignación de recursos (por ejemplo, la asignación de los trabajos difíciles y la distribución de recursos como el salario o equipo).

Conformidad Como miembro de un grupo, usted desea que éste lo acepte. Es por este deseo de aceptación que es susceptible a conformarse con las normas del grupo. Existen evidencias considerables de que los grupos ejercen presiones intensas sobre sus miembros a fin de que cambien sus actitudes y comportamientos para conformarse con el estándar grupal.

¿Los individuos se conforman con las presiones de todos los grupos a los que pertenecen? 

Es obvio que no, porque las personas pertenecen a muchos grupos y sus normas varían, y en ciertos casos incluso son contradictorias. Entonces, ¿qué hace la gente? Se conforma con los grupos importantes de los que forman parte o esperan hacerlo, y que se denominan grupos de referencia y son aquellos en los que una persona está al tanto de los demás miembros; se define como miembro o le gustaría serlo; y siente que los miembros del grupo son significativos para él o ella. Entonces, la implicación es que no todos los grupos imponen presiones iguales para la conformidad de sus miembros.

Comportamiento desviado en el sitio de trabajo 

Ted Vowinkel se encuentra frustrado debido a que un compañero de trabajo difunde rumores maliciosos y sin sustento sobre él. Debra Hundley está cansada de que un miembro de su equipo de trabajo, cuando se enfrenta a un problema, manifiesta su frustración con gritos y maldiciones contra ella y otros miembros del equipo de trabajo. Y Rhonda Lieberman renunció hace poco a su trabajo como higienista dental después de ser hostigada sexualmente de manera constante por su empleador.

¿Qué tienen en común estos tres episodios? 

Representan empleados expuestos a actos de comportamiento desviado en el sitio de trabajo.

El comportamiento desviado en el sitio de trabajo (también llamado comportamiento antisocial o incivilidad laboral) es un comportamiento voluntario que viola normas organizacionales significativas y, al hacerlo, amenaza el bienestar de la organización o de sus miembros. La figura de abajo, proporciona una tipología de comportamientos desviados en el sitio de trabajo con ejemplos de cada uno.


Pocas organizaciones admitirán que generan o dejan pasar condiciones que estimulan y mantienen normas desviadas. Pero existen. Por ejemplo, en años recientes los empleados informan un aumento de la rudeza y desprecio hacia los demás por parte de los jefes y colaboradores. Casi la mitad de los trabajadores que han sufrido esta incivilidad informan que ésta los ha llevado a considerar cambiar de trabajo, y el 12 por ciento, en efecto, renuncia por ello.

Igual que con las normas en general, las acciones antisociales de los empleados individuales son conformadas por el contexto del grupo dentro del que trabajan. Las evidencias demuestran que el comportamiento antisocial que hay en un grupo de trabajo es un índice de pronóstico significativo del que existe en el trabajo por parte de los individuos. En otras palabras, es probable que el comportamiento desviado en el sitio de trabajo prolifere si encuentra apoyo en las normas grupales. Lo que esto significa para los gerentes es que cuando surgen normas desviadas en el trabajo, resultan perjudicados la cooperación, el compromiso y la motivación de los empleados, lo que a su vez lleva a la disminución de la productividad y satisfacción en el trabajo y a una rotación mayor.

Además, el mero hecho de formar parte de un grupo llega a incrementar el comportamiento desviado de un individuo. En otras palabras, alguien que de ordinario no tendría un comportamiento desviado lo manifestaría al trabajar en un grupo.

En realidad, un estudio reciente sugiere que en comparación con individuos que trabajan solos, es más probable que los que lo hacen en un grupo mientan, hagan chismes y roben. Como se aprecia en la siguiente figura, dicho estudio revela que nadie que trabajara solo mentía, pero sí lo hacía el 22 por ciento de quienes laboraban en grupos. Más aún, también había más probabilidad de que los individuos que trabajaban en grupos hicieran chismes (55 por ciento de los que pertenecían a un grupo lo hacían versus el 23 por ciento de los solitarios) y robaran (29 por ciento de personas en grupo robaba, en comparación con el 10 por ciento de quienes trabajaban solos).

Los grupos proporcionan un escudo de anonimato de modo tal que alguien que en condiciones normales tendría miedo de ser atrapado por robar, confiaría en el hecho de que otros miembros del grupo tendrían la misma oportunidad o razón para hacerlo. Esto crea un sentido de falsa confianza que lleva a un comportamiento más agresivo. Así, el comportamiento desviado depende de las normas del grupo aceptadas, incluso si un individuo es parte de un grupo.