Los procesos pueden ejecutarse libremente siempre y cuando no presenten dependencias.
Sería el caso ideal ya que de esta forma es mucho más fácil paralelizar los procesos.
Es esencial para construir
sistemas eficientes, escalables y responsivos, permitiendo que múltiples
tareas se ejecuten de manera concurrente y sin bloqueos, lo que mejora
la capacidad de respuesta y la utilización de los recursos del sistema.