Una ciudad debe cumplir con su función social y ecológica para lograr la realización plena del derecho a una vivienda adecuada, acceso al agua potable y bienes públicos de calidad. Se enfatiza la necesidad de usar eficientemente los recursos, promover una movilidad urbana sostenible, aumentar la resiliencia y la capacidad de respuesta ante eventos climáticos extremos, conservar los ecosistemas, la biodiversidad y las aguas superficiales y subterráneas, y avanzar hacia patrones de consumo y producción sostenible.A su vez, se señala la oportunidad de aprovechar los beneficios derivados de una aglomeración resultante de una urbanización planificada.