Juan Pablo, coincido plenamente con tu postura. Creo que las herramientas de compensación y tantas otras estrategias que muchas veces pueden considerarse greenwashing, resultan peligrosas porque permiten que las empresas sigan emitiendo GEI y contaminando mientras proyectan una imagen “sostenible”. Contaminan, obtienen ingresos a costa de esa contaminación y una parte de esos recursos la invierten en limpiar su imagen, pero sin que se reduzcan efectivamente sus emisiones.
Sin cambios reales y tangibles en la forma de llevar a cabo sus actividades, y sin una disminución concreta de las emisiones y de la contaminación que generan, no va a haber un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático. Creo que estas herramientas quedaron obsoletas frente a la urgente necesidad de acciones concretas y eficaces para enfrentar esta problemática.
Sin cambios reales y tangibles en la forma de llevar a cabo sus actividades, y sin una disminución concreta de las emisiones y de la contaminación que generan, no va a haber un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático. Creo que estas herramientas quedaron obsoletas frente a la urgente necesidad de acciones concretas y eficaces para enfrentar esta problemática.