Considero que todos los países y sectores sociales son responsables frente al cambio climático, aunque no en igual medida.
Tal como señaló Sergio Federovisky en el video, el desarrollo sustentable no resultó ser la solución completa a los problemas ambientales, ya que los indicadores siguen mostrando tendencias preocupantes. En línea con lo que Barry Commoner sintetizó en sus leyes de la ecología: “el concepto que la naturaleza funciona como un todo interconectado y que nuestras acciones siempre tienen consecuencias”, entonces toda acción humana genera consecuencias en el ambiente, y los gases de efecto invernadero (GEI) son un ejemplo central de ello.
Hay infinidades de actividades y por ende diversidad de impactos en el medio ambiente. No solamente los desechos que contaminan suelos y mares, sino los GEI que impactan en la atmósfera terrestre con sus grandes consecuencias climáticas.
Las actividades industriales, la generación de energía y la agricultura son hoy las principales fuentes de GEI, responsables de intensificar el efecto invernadero y acelerar el cambio climático. Por eso, países como Estados Unidos, China y la Unión Europea, con gran desarrollo industrial y poblaciones masivas, tienen un peso mayor en esta problemática.
El desarrollo científico-tecnológico de la humanidad ha generado una cadena de impactos ambientales provocados, no solo por la actividad industrial, sino también por actividad diaria del ser humano. Tal como se menciona en el video, es fundamental crear conciencia a través de una construcción colectiva, para ello es necesario entonces que se establezcan políticas públicas, que inviten a respetar positivamente la relación entre la sociedad y la naturaleza.
No obstante, la responsabilidad es compartida: mientras los países con mayores emisiones deben liderar la mitigación, también es fundamental que los gobiernos y las empresas asuman la planificación de medidas de adaptación para reducir riesgos climáticos. Al mismo tiempo, cada individuo y sector social puede contribuir desde sus hábitos y decisiones cotidianas.
En síntesis, el cambio climático es un desafío global que exige una construcción colectiva y políticas públicas sólidas. La responsabilidad es común, pero diferenciada: todos debemos actuar, aunque con distintos niveles de compromiso según nuestro impacto real.