Cuando hablamos de Cambio Climático es importante entender que su desarrollo viene dado por varios tipos de acciones humanas, que se suman a condiciones planetarias y desembocan en un aumento promedio de la temperatura terrestre que está generando grandes impactos y cambios en todos los niveles ecosistémicos, sociales y económicos.
Me gustaría resaltar que algunos de los factores que se vinculan al Calentamiento Global son: el consumo de combustibles fósiles (matrices energéticas basas en combustibles fósiles, equipos móviles, calderas, etc.), la generación de cemento, la construcción, las deforestaciones masivas, los cambios de uso de suelo, la ganadería extensiva sin respetar las cargas máximas soportadas por el sitio, la ganadería intensiva de vacunos (gases emitidos por los animales, mala gestión de residuos, asociación a cambios de uso del suelo para generar su alimento, etc.), la falta de restauración de sitios impactados, la mala gestión de residuos y la baja tasa de reutilización y reciclaje, etc.
En este sentido, está claro que los países más desarrollados tienen más historia emitiendo gases de efecto invernadero y las tasas actuales de emisión de GEI son mayores a los países subdesarrollados. En este sentido, considero que ellos tienen más responsabilidad sobre la situación y deben ser los primeros en tomar medidas para disminuir sus emisiones e impacto y comenzar a planificar y ejecutar acciones de compensación. Esto actualmente está ocurriendo en diferentes medidas. Un ejemplo que me gustaría resaltar en la Unión Europea es el desarrollo e implementación del European Taxonomi. Esto es una herramienta en la cual se categorizan a las diferentes empresas con capitales europeos según su nivel de responsabilidad ambiental y de impacto. Esto lo hace midiendo aspectos como:
-
Contribuir sustancialmente a al menos uno de los seis objetivos ambientales:
- Mitigación del cambio climático.
- Adaptación al cambio climático.
- Uso sostenible y protección de los recursos hídricos y marinos.
- Transición hacia una economía circular.
- Prevención y control de la contaminación.
- Protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas
-
No causar un perjuicio significativo (DNSH) a ninguno de los otros cinco objetivos ambientales. Esto implica que una actividad que contribuye a un objetivo no debe dañar los demás.
-
Cumplir con garantías mínimas sociales y laborales, como los principios de la OCDE y la ONU sobre derechos humanos y laborales
-
Cumplir con los criterios técnicos de selección definidos por la Comisión Europea para cada actividad económica. Estos criterios incluyen métricas específicas como:
- Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
- Eficiencia energética.
- Uso de materiales reciclables.
- Gestión de residuos.
- Protección de recursos naturales
A partir de esta medida, las empresas que no tengan buenas conductas demostrables al respecto de lo mencionado, no contarán con financiamientos estatales y no serán recomendadas para inversiones privadas. Esto no solo genera un cambio en las empresas instaladas en la UE, si no que todas aquellas unidades instaladas en otros sitios pero pertenecientes a estas empresas con capitales europeos, deben cumplir con lo mismo, generando un gran apoyo a la situación en cuando a contribución al Calentamiento Global de otros países tanto desarrollados como subdesarrollados.
Por otro lado, a pesar de que los países desarrollados tengan más responsabilidad, es importante entender que al ser el cambio global, las acciones deben ser globales, los países menos desarrollados no pueden no hacerse cargo de aplicar, en las medidas en las que puedan, acciones al respecto. Esto no sólo desde la perspectiva de disminuir impactos asociados a mayores emisiones de GEI (como las mencionadas), si no también desde la perspectiva de la adaptabilidad, ya que si no toman el camino hacia la resiliencia, su vulnerabilidad cada vez será mayor y eso los dejará en posiciones aún más desfavorecidas para sus sociedades, ecosistemas y economías. Es importante entender, que tomar cartas en el asunto no sólo impacta en el cambio climático por Emisiones directas de GEI, si no en la sostenibilidad de sus sistemas completos y emisiones indirectas de GEI. Tener sistemas agrícolas basados en la naturaleza, incrementar la resisliencia de estos sistemas y su productividad, mejora aspectos económicos, sosciales y naturales, devuelve la vida a los suelos y su capacidad de captura de CO2, entre otros. Minimizar las deforestaciones y restaurar sistemas también impacta significativamente. Cambiar desde la cultura y la educación los sistemas de consumo de las sociedades hacia consumos responsables, gestiones responsables de residuos que también minimicen gastos estatales por gestiones, son todas acciones que los países deben y pueden tomar, desde los más desarrollados a los menos desarrollados y no implican erogaciones irrisorias de dinero.
Como cierre, la responsabilidad puede ser diferenciada, el nivel de toma de acciones también, pero todos deben tomar cartas en el asunto, porque el desarrollo económico de un país no sólo puede conseguirse a través de la imitación de los desarrollos de países actualmente primermundistas. Las economías y sociedades deben crecer desde perspectivas más holísticas y consistentes con la situación planetaria actual.