de Edgar Croce - martes, 26 de marzo de 2024, 21:14
Elaboración de las partes de un determinado producto en distintos paises.
Una empresa a través del proceso de deslocalización abre diferentes sucursales en otros países, en estas fragmenta o divide la producción de un mismo elemento, segregando tareas y actividades especializadas para mejorar productividades y reducir costes.
El desarrollo del fenómeno de la multilocalización introduce un elemento de radical novedad en la visión del comercio en la que se suponía un intercambio de bienes (y, en su
caso, servicios) acabados, al referir los intercambios internacionales a fases de los procesos productivos. La especialización ya no se produce en sectores o en bienes, sino en
tareas que, a su vez, se integran en procesos productivos
más amplios, globalmente configurados. Nacen así las
que cabría denominar «ventajas comparativas fragmentadas»; o, como con ingenio definió Bhagwati, «ventaja
comparativas kaleidoscópicas»
Los ejemplos que se ofrecen son múltiples, pero entre
ellos es reiteradamente señalado el caso de la muñeca
Barbie: un producto diseñado por Mattel en California,
con una estructura plástica elaborada en Taiwán, un cabello de nylon producido en Japón, vestidos de algodón
originarios de China, moldes y pigmentos fabricados en
Estados Unidos, ensamblada en Indonesia y Malasia,
sometida en California a control de calidad y distribuida
y comerciada por diversas empresas en todos los rincones del mundo.