2. LA RESILIENCIA

En ocasiones nos encontramos con personas o grupos que viven situaciones de tragedias o de estrés, que parecen difíciles o imposibles de superar. Sin embargo, muchas veces, la realidad nos muestra que no sólo las superan, sino que salen renovados y enriquecidos de esas circunstancias adversas. En la actualidad esa reacción se denomina RESILIENCIA, y se la entiende como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas.

En español y en francés (resilience) se emplea en metalúrgica e ingeniería civil para describir la capacidad de algunos materiales de recobrar su forma original después de ser sometidos a una presión deformadora.

Así el término es adoptado para caracterizar a aquellas personas que, a pesar de nacer y vivir en condiciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y sociales.

Algunas definiciones de resiliencia que podemos encontrar son:

  • Habilidad para resurgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder a una vida significativa y productiva.
  • La resiliencia distingue dos componentes: 
  1. la resistencia frente a la destrucción, es decir, la capacidad de proteger la propia integridad, bajo presión y, por otra parte,
  2. más allá de la resistencia, la capacidad de forjar un comportamiento vital positivo pese a las circunstancias difíciles.

  • Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e inclusive, ser transformados por ellas.
  • La resiliencia significa una combinación de factores que permiten a un niño, a un ser humano, afrontar y superar los problemas y adversidades de la vida, y construir sobre ellos.

LA RESILIENCIA SUPONE DESTACAR Y APOYARNOS EN NUESTROS  PUNTOS FUERTES Y APRENDER A IDENTIFICARLOS.

Las personas que han mostrado ser resilientes, en general, han expresado algunos de estas capacidades:

  • Mirarse hacia adentro: capacidad para examinarse internamente, plantearse preguntas difíciles y darse respuestas honestas.
  • Independencia: capacidad para mantener cierta distancia física y emocional con respecto a los problemas sin caer en el aislamiento.
  • Capacidad de relacionarse: habilidad para establecer lazos íntimos y satisfactorios con otras personas.
  • Iniciativa: gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente más difíciles.
  • Creatividad: capacidad para crear orden, belleza y tener objetivos a partir del caos y del desorden.
  • Sentido del humor: encontrar lo cómico en la propia tragedia
  • Moralidad: capacidad de comprometerse con valores y necesidad profunda de extender el deseo personal de bienestar a toda la humanidad.