En esta ocasión voy a hablar
sobre una obra que llamó mucho mi atención, ya que está hecha por estudiantes de
tercer año de la Carrera de Arquitectura de la Universidad
del Desarrollo en Concepción, Chile, viajaron en el 2019 al poblado de San Juan en la isla Chiloé para construir el Mirador
Piuche, un proyecto en el cual los alumnos se enfrentaron a las realidades de
los procesos constructivos (experimentando problemáticas asociadas a las
adversidades climáticas y el cansancio físico).
Piuche se emplaza de manera
vertical en un borde costero al sur del pueblo, dialogando con los elementos
naturales, los cerros, el cielo y el agua. Pero lo más interesantes, para mí,
no está en cómo se relaciona con el entorno, si no en los materiales y en la manera
de construir, ya que los alumnos realizaron una investigación profunda para
decidir estos dos aspectos.
Los materiales que utilizaron
fueron lumas y vigas de tepa (madera típica de San Juan), las cuales al
ser propias del lugar resisten los factores climáticos, son más económicas y no
necesitan un traslado a larga distancia.
En cuanto al proceso de
construcción, se encargaron de hablar con algunos de los habitantes que han
estado en esa Isla toda su vida, y les consultaron sobre cómo se solía
construir en la zona, y que características los definen. La respuesta que más
cautivó a los estudiantes fue la de don Armando, un conocido historiador de San Juan, que dijo lo siguiente:
“Somos una
comunidad que siempre trabajamos el uno para el otro. Antes, no necesitábamos
la plata, para qué si lo teníamos todo, si yo necesitaba un trabajo, venían 30
de mis vecinos y me ayudaban a hacer el trabajo, y en un día tenía todo (…) Hoy
día no tenemos casi nada…”
Al escuchar estas palabras,
decidieron que la construcción debía ser realizada de manera cooperativa, y que
debían participar todos los alumnos, dispuestos a vivir una experiencia 100% conectados
con las tradiciones y principios de la comunidad local.
En conclusión, me pareció muy
interesante, ya que se trata de una obra basada en costumbres, tradiciones e
historia de un lugar, va más allá de un mirador.